Baños de aire comprimido fue la terapia de moda que prevalecÃa en la Europa de 1800, con el fin de obtener efectos tonificantes, sedativos y una mejorÃa de los pacientes frente a ciertas enfermedades. El método consistÃa en introducir a las personas en cámaras especiales, donde la presión interna del aire aumentaba gradualmente.
De esta manera, el conocimiento cientÃfico (desarrollado fundamentalmente desde la mitad del siglo XIX hasta nuestros dÃas) sobre el comportamiento del organismo humano ante los cambios de presión y los efectos de inhalar oxÃgeno puro dieron origen más tarde a la llamada medicina hiperbárica, la cual se emplea en diversas regiones del mundo para tratar más de 50 padecimientos, entre ellos daños neurológicos, lesiones en el sistema óseo, infecciones, deficiencias en el sistema circulatorio y pie diabético.
El presidente de la Asociación Mexicana de Oxigenación Hiperbárica y Regeneración Celular (AMOHRC), licenciado Alejandro GarcÃa RodrÃguez, expone en entrevista que ese recurso terapéutico también forma parte de las investigaciones de distintos grupos de ciencia internacionales, lo cual no sólo demuestra su veracidad y eficacia, sino que además la convierte en una moderna especialidad médica.
Explica que el mecanismo por el que la medicina hiperbárica proporciona benéficos a la salud reside en introducir a los pacientes en una cámara a una presión igual a la que es sometido un buzo a 15 metros de profundidad (esto es, una atmósfera y media), con el propósito de que inhalen oxÃgeno puro. La saturación de este gas se incrementa en el plasma sanguÃneo hasta dos mil veces más que el promedio normal, lo que provoca diversos procesos en el organismo humano. Uno de ellos es la llamada angiogénesis, que restaura y genera nuevos vasos sanguÃneos, mientras que la presencia de oxÃgeno también tiene la capacidad de disminuir o eliminar bacterias como las causantes de gangrena; o bien, activa los mecanismos inmunológicos del cuerpo.
Un ejemplo de los procesos que desencadena la terapia hiperbárica lo son las personas con pié diabético, una de las complicaciones más severas e incapacitantes de la diabetes mellitus y que se compone de tres factores: afectación vascular, daño neuropático e infecciones recurrentes. AsÃ, comenta, cuando el paciente es sometido a oxÃgeno bajo presión se eliminan cada uno de los tres problemas: el sistema de irrigación sanguÃnea en el miembro afectado empieza a restablecerse en el tejido ya muerto, la sensibilidad del sistema nervioso se incrementa y las bacterias que se hallan en la lesión y que producen gangrena se eliminan. En mi experiencia, hasta el 50 por ciento de las personas han podido salvar sus extremidades inferiores de una amputación, y en el porcentaje restante la extensión de la mutilación se reduce sensiblemente. No obstante, el especialista precisa que la medicina hiperbárica no es una panacea, pues en el caso de las personas con diabetes deben de seguir el cuadro de tratamiento indicado por su médico.
De esta manera, el conocimiento cientÃfico (desarrollado fundamentalmente desde la mitad del siglo XIX hasta nuestros dÃas) sobre el comportamiento del organismo humano ante los cambios de presión y los efectos de inhalar oxÃgeno puro dieron origen más tarde a la llamada medicina hiperbárica, la cual se emplea en diversas regiones del mundo para tratar más de 50 padecimientos, entre ellos daños neurológicos, lesiones en el sistema óseo, infecciones, deficiencias en el sistema circulatorio y pie diabético.
El presidente de la Asociación Mexicana de Oxigenación Hiperbárica y Regeneración Celular (AMOHRC), licenciado Alejandro GarcÃa RodrÃguez, expone en entrevista que ese recurso terapéutico también forma parte de las investigaciones de distintos grupos de ciencia internacionales, lo cual no sólo demuestra su veracidad y eficacia, sino que además la convierte en una moderna especialidad médica.
Explica que el mecanismo por el que la medicina hiperbárica proporciona benéficos a la salud reside en introducir a los pacientes en una cámara a una presión igual a la que es sometido un buzo a 15 metros de profundidad (esto es, una atmósfera y media), con el propósito de que inhalen oxÃgeno puro. La saturación de este gas se incrementa en el plasma sanguÃneo hasta dos mil veces más que el promedio normal, lo que provoca diversos procesos en el organismo humano. Uno de ellos es la llamada angiogénesis, que restaura y genera nuevos vasos sanguÃneos, mientras que la presencia de oxÃgeno también tiene la capacidad de disminuir o eliminar bacterias como las causantes de gangrena; o bien, activa los mecanismos inmunológicos del cuerpo.
Un ejemplo de los procesos que desencadena la terapia hiperbárica lo son las personas con pié diabético, una de las complicaciones más severas e incapacitantes de la diabetes mellitus y que se compone de tres factores: afectación vascular, daño neuropático e infecciones recurrentes. AsÃ, comenta, cuando el paciente es sometido a oxÃgeno bajo presión se eliminan cada uno de los tres problemas: el sistema de irrigación sanguÃnea en el miembro afectado empieza a restablecerse en el tejido ya muerto, la sensibilidad del sistema nervioso se incrementa y las bacterias que se hallan en la lesión y que producen gangrena se eliminan. En mi experiencia, hasta el 50 por ciento de las personas han podido salvar sus extremidades inferiores de una amputación, y en el porcentaje restante la extensión de la mutilación se reduce sensiblemente. No obstante, el especialista precisa que la medicina hiperbárica no es una panacea, pues en el caso de las personas con diabetes deben de seguir el cuadro de tratamiento indicado por su médico.
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